Tengo un recuerdo bonito de Zagreb y la gente que conocí era muy amable, me dieron una bienvenida cariñosa. El público también era fantástico.
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Esta plaza apareció al pie de dos poblaciones medievales: Kaptol y Gradec, al lado de la fuente de Manduševac. En 1641 las autoridades de la ciudad decidieron que éste sería el emplazamiento de las ferias.
Los edificios actuales fueron construidos a partir del siglo XIX. En sus fachadas se pueden ver distintos estilos de arquitectura: desde neo-estilos del siglo XIX, de Bidermayer y de Secesión hasta la Modernidad y Postmodernidad.
La plaza ha sido renombrada varias veces. En su origen de plaza comercial se la llamó “Harmica”, según la palabra húngara que significaba “treinta”, el impuesto aduanero que se pagaba por la mercancía.
La plaza recibe el nombre del ban (gobernador) Jelačić a partir de 1848. Después de la Segunda Guerra Mundial, la plaza cambia a Trg Republike (La plaza de la República) y finalmente en 1990 vuelve a llamarse La Plaza de ban Jelačić.
Este enclave es el escenario de numerosos acontecimientos sociales y también el lugar donde los ciudadanos suelen quedan cada día en sus puntos más célebres, como debajo del reloj o debajo de la cola.
El monumento al gobernador Josip Jelačić, obra del escultor austriaco Anton Fernkorn, fue levantado en 1866 y tras ser trasladado en 1947, volvió a la plaza porpetición de los ciudadanos, el 16 de octubre de 1990, el día del cumpleaños del ban.
Desde entonces el monumento mira al sur, y no al norte hacia Hungría, como en el siglo XIX. La fuente Manduševac Debajo de la fuente Manduševac se encuentra el manantial que suministró agua a la ciudad hasta finales del siglo XIX.
Las leyendas relacionan el nombre de Zagreb con una historia en torno a este manantial. Durante un día soleado, el viejo ban (gobernador), cansado y con sed al volver de una batalla, dijo a la jovencita Manda que le cogiera (=zagrabiti) agua en el manantial.
Así éste pasó a llamarse Manduševac y la ciudad recibió el nombre de Zagreb. Cuando el agua del pozo era potable, todo aquel que bebiera volvería a Zagreb. Hoy se busca suerte en Manduševac echándole una moneda.