Zagreb es una ciudad preciosa, pero lo que más me encanta es la gente. Todos son muy amables y accesibles. Mejores anfitriones no pude haber tenido.
Source: Hotel Antunović Zagreb
Por su disposición del santuario, bóveda de crucería fina y tres ábsides poligonales abiertas con las ventanas estrechas, se parece a las soluciones de Francia (La ciudad de Troyes). Por la elaboración de las naves, posteriormente incorporadas y niveladas a la misma altura, corresponde a las soluciones estructurales de la arquitectura alemana contemporánea, y la escultura imaginativa refleja contactos con las escuelas checas. Todo esto habla, no solamente del avance temprano del gótico al norte croata y de la internacionalización del arte, sino también de la importancia del Obispado de Zagreb de aquel tiempo y el prestigio y poder de sus obispos. Desde el mero principio la catedral está dedicada a la Bienaventurada Virgen María, es decir, a la Asunción de María („Velika Gospa“ o „La Virgen Grande“ en el lenguaje popular). San Esteban, el rey de Hungría, aunque se le nombraba en primer lugar, era en realidad el segundo patrón.
Historia de la construcción de la Catedral. El rey Ladislao (1040-1095), después de fundar el Archidiócesis de Zagreb, probablemente no construyó una iglesia nueva, sino que convirtió la ya existente en Catedral. Sólo después de su muerte se inició la construcción de la seo nueva. Fue terminada en 1217 y consagrada por el rey Andrés II (1205-1235), cuando pasó por aquí de camino a la Quinta Cruzada. Ya en 1242 los tártaros devastaron la catedral, así que el obispo Esteban II (1225-1247) mandó construir la Capilla de San Esteban Protomártir, para la liturgia catedralicia. Este edificio, de forma románico-gótica, hoy en día está integrado en el Palacio Arzobispal. El obispo Timoteo (1263-1287) inició la construcción de la nueva catedral monumental, incorporando en ella los vestigios de la catedral pretártara, y la dedicó a San Esteban, el rey de Hungría. Logró construir la ábside central, dos ábsides laterales con altares y la sacristía. Los frescos de la sacristía (iconográficamente muy interesantes –San Quirino entre Santo Domingo y San Francisco) probablemente datan de la época del obispo Augustin Kažotić (1303-1322). El obispo Everardo (1397-1406 y 1410-1419) está detrás de la construcción de tres naves de iglesia (como lo demuestra su escudo episcopal en las paredes y columnas), y en la época del obispo Osvaldo Thuz (1466-1499) todo el edificio fue techado. En aquel tiempo se inició la construcción del torre campanario en el lado sur de la fachada, que no se terminó hasta el siglo XVII, en el estilo barroco renacentista. Debido a la amenaza turca, el obispo Thuz inició la construcción de la muralla catedralicia. La construcción duró hasta 1517, cuando fue terminada por el gerente de la Archidiócesis de Zagreb, el arzobispo de Estrigonio, Tomás Bakócz. En frente a la entrada de la Catedral él levantó una torre que llevaba su nombre –„Bakačeva kula“. La torre fue demolida después de la última restauración de la Catedral, en 1906. Durante el siglo 17, la Catedral padeció varios incendios, pero durante las restauraciones, su interior se estaba enriqueciéndo con inventario valioso: los altares barrocos (de mármol y madera) y el púlpito del escultor Miguel Cussa, que todavía está en la nave central. La interior se llenaba de riquezas también después. El obispo Alejandro Alagović (1829-1837) consiguió la escena de la Asunción de la Virgen, que fue puesta en el altar mayor, y el coro. El arzobispo Jorge Haulik (1837-1669) sacó el cuadro de altar (se lo vendió a la iglesia parroquial de Pregrada) y en su lugar mandó levantar el altar mayor neogótico. Además, en 1855 adquirió el órgano grande (3 teclados manuales, pedalero y 53 registros), hecho por la compañía Walcker de Ludwigsburg. El órgano está construido al estilo neogótico. Finalmente, Haulik mandó pintar las vidrieras del santuario. Estos son los vitrales más antiguos en Croacia. En el esfuerzo por recuperar el aspecto original de la catedral, Friedrich Schmidt, profesor vienés de arquitectura, fue invitado a Zagreb y trajo su estudiante, Hermann Bollé. El terremoto catastrófico de 1880 dañó severamente la Catedral, así que según proyecto de Hermann Bollé, la Catedral no solamente fue restaurada, sino que recibió las características neogóticas en su interior. Esto es muy evidente en la forma de la fachada y dos torres campanarios neogóticos (de 105 metros de altura), y es lo que definó el aspecto actual de la catedral en 1902. En los últimos 30 años se han realizado unas extensas obras de restauración. Ya que durante las obras de Bollé (por los motivos económicos y la proximidad de la cantera) se utilizó la piedra de poca calidad (las canteras Bizek y Vrapče de Zagreb), especialmente en los campanarios nuevos y la fachada oeste, muy pronto, la exposición a los efectos del medio ambiente y, en particular, a la contaminación urbana (el smog y los procesos químicos) fomentó su deterioro. El daño primero se observó en la fachada y en los volúmenes de piedra (por ejemplo, en las torretas con pináculos), que con el tiempo fueron completamente destruidos. La primera restauración de la parte sur del campanario comenzó en el 1938 (fue interrumpida con la llegada del comunismo). Continuó en el 1968, con la restauración de la cima del campanario norte, y después, gracias, sobre todo, a los regalos de la diáspora croata, el techo desgastado fue renovado y reemplazado con las planchas de cobre. En 1987 el arzobispo Franjo Kuharić fundó el Comité de la Arquidiócesis de Zagreb para la restauración de Catedral, y también un comité más especializado de expertos destacados. Pronto se estableció el Comité de vigilancia de obras de restauración, compuesto por las instituciones dedicadas a la ciencia y al arte, y por las autoridades municipales y estatales. Una vez seleccionados los diseñadores y contratistas (de las obras de conservación y restauración), la restauración comenzó en 1990. Desde entonces avanza en fases, según las prioridades, y desde 1999 el Comité publica la revista „Naša katedrala“ (Nuestra catedral), que sale periódicamente y se dedica a las obras de restauración más complejas.